La tempestad,
expuesta a nerviosos
pensamientos,
colma estas paredes
de amargos pesares
chorreantes de lucidez...
- Si tuviésemos alas,
jugarías a volar
y yo no. -
- Y es que del paraíso surge el primer exilio;
nuestro errante camino.
Los libros podridos
de siglas borrosas y fechas falsas.
La desesperanza que me respira,
y la tenue esperanza que aún expiro... -