21 nov 2012

Circunstancias y presiones

Desecho premonitorio
son mis pétalos
deshaciéndose
entre lirios
terciopelados.

El cuerpo entero cae
ante el temor de estar de pie.

Imagen imprecisa la de ayer,
cuando te evoco
surcando mis cielos con tus alas grises.
Majestuoso retrato que no te hace justicia;
verás él nunca estuvo vivo
como vos lo estuviste.

Esperanza

Me mataste.

Nos mataste.

Te maté.

Nos maté.

Nos matamos.

Muy bien muertos nos matamos

Muertisimos.

¿O no tanto?...

19 nov 2012

Belleza

Los sentimientos erráticos
proceden de erráticos
corazones,
que como lirios blancos,
surgen tímidamente
en la penumbra del pantano.

Sus blancuras áureas
parecen brillar,
seducen
e invitan a sentirse protegido.

Y es que aún sin saberlo;
¡tantos son los peligros que acechan
en la locura del pantano!

Abnegada
cual faro triunfal
la belleza se magnifica
en la muerte,
se vuelve
definitiva y atemporal.
Y poco importa
la muerte
si hasta el último aliento
exhala poética,
poco importa
si a su merced
le robamos
una visión del cielo
o del infierno,
una incorregible certeza;
una única visión verdadera,
bella y despiadada.


17 nov 2012

A los cuervos.

Las mareas de recuerdos
arrastran mis refugios clandestinos.

Marcas de pájaro herido
que vuela en círculos
esperando la irremediable
llegada
de los cuervos.

La muerte tiene alas
 y es hermosa.

El pájaro se contrae
al sentir
los picos afilados
y por primera vez
tiene miedo.

Despierta a los pies
de un triste niño,
que sufre arrancándole las plumas.

Él también es un cuervo;
el cuervo que llora
y devora sus entrañas.

El cuervo tiene otro sitio donde comer,
el pájaro escapa,
o cree escapar
en su moribundo desconsuelo.

Seres de canciones tristes,
moribundas sonatas de despedida
lo rodean.

Las alas rotas
alguna vez ganaron altura,
y ahora son pastos o flores,
alimento putrefacto de gusanos
y animales salvajes.











11 nov 2012

Peligrosa ingesta

Por casualidad,
¿Te acordás de aquella vez?
Nos reímos tanto
de la decadencia
de aquellos seres
que se mueren
comiendo estrellas
y cagando piedras.

Permeabilidad

¿Por qué no escuchar tu voz,
tu dulce voz súbita
e infinita?

¿Por qué contentarme con este impulso de amor,
con esta poesía de la falencia?

¿Por qué no tenerlo todo contigo
 todo el tiempo?