I
- Te conocí Pablo, amigo mio;
para redimir mi fe en un nombre... -
II
En la tortuosa infancia de los silencios
algo existía que sin saberlo
obligábame a contemplar la belleza de los astros,
la magnificencia de los felinos;
nocturnos habitantes de terrazas ajenas...
Otra infancia
tan pálida y enfermiza
elegía el frío
para no despertar;
renovando mi promesa a las pesadillas.
De haber sabido latente
la existencia del niño botánica
que ya para entonces
reverdecía en primaveras constantes no muy lejos;
de haber presentido
la eternidad de los libros,
el reconocimiento y la salvación;
de haber sospechado
los dos pilares de sangre
que sostienen mi vida;
de haber encontrado al Ser Amado, incluso antes...
Mi alma, ¿Donde estarías?
30 jun 2011
10 jun 2011
Fragmento
La existencia de mi ser
subsiste en secuencias ininterrumpidas
de instantes incapturables,
irrecuperables,
irreproducibles...
La insignificancia y magnificencia
se mezclan hasta confundirse
formando una misma cosa;
y aún más,
en dos planos o quizás en miles
subsiste el ser muriente,
amante,
pensante
que escribe
y el
ser eterno,
estático;
escrito.
subsiste en secuencias ininterrumpidas
de instantes incapturables,
irrecuperables,
irreproducibles...
La insignificancia y magnificencia
se mezclan hasta confundirse
formando una misma cosa;
y aún más,
en dos planos o quizás en miles
subsiste el ser muriente,
amante,
pensante
que escribe
y el
ser eterno,
estático;
escrito.
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