Saberse solo... Saberse completamente solo
y sentir que estás solo de aire y de tiempo,
y que algo muere lento,
y que un recuerdo repta silencioso
y se acerca a esta ausencia de aire
que es un pecho de pez
que sube y baja
en intermitentes y vanos intentos.
-Me voy a morir- pienso;
y la soledad me habita
y la noche es noche de nuevo.
25 ene 2017
Motivos.
I
Entro al baño y cierro el pestillo.
Tomo una rápida ducha, enjabonándome enérgicamente
bajo el agua hirviente
y pienso:
"Si mi piel se cayera
¿dejaría de sentir su cuerpo atroz?,
¿recuperaría algo de mi pureza?"
Abajo del agua, las lágrimas se pierden,
los dientes rechinan.
II
Me seco eficaz,
tomo todo y me voy.
III
Acaba de llegar.
Se instaura toda ella;
sabedora de ser la dueña
de mi sentir.
Me encuentro rendido y expuesto al terror.
Ingenuo de mí,
sus dientes se muestran,
majestuosos.
Toda ella fuego y tempestad.
Es estonces, cuando el velo cae
con una lentitud insoportable.
Sus ojos de esfinge se abren
en un rápido restallar de un látigo.
Sus inmensos ojos llenos de nada,
llenos de la sustancia misma
del existir.
-Tu mirada es otra de las formas de la soledad.- Termino por decirle.
María sonríe con la calma del hielo,
y se que nunca volveré a verla.
IV
¿Darío, por qué llorás?
...
Entro al baño y cierro el pestillo.
Tomo una rápida ducha, enjabonándome enérgicamente
bajo el agua hirviente
y pienso:
"Si mi piel se cayera
¿dejaría de sentir su cuerpo atroz?,
¿recuperaría algo de mi pureza?"
Abajo del agua, las lágrimas se pierden,
los dientes rechinan.
II
Me seco eficaz,
tomo todo y me voy.
III
Acaba de llegar.
Se instaura toda ella;
sabedora de ser la dueña
de mi sentir.
Me encuentro rendido y expuesto al terror.
Ingenuo de mí,
sus dientes se muestran,
majestuosos.
Toda ella fuego y tempestad.
Es estonces, cuando el velo cae
con una lentitud insoportable.
Sus ojos de esfinge se abren
en un rápido restallar de un látigo.
Sus inmensos ojos llenos de nada,
llenos de la sustancia misma
del existir.
-Tu mirada es otra de las formas de la soledad.- Termino por decirle.
María sonríe con la calma del hielo,
y se que nunca volveré a verla.
IV
¿Darío, por qué llorás?
...
15 ene 2017
9 ene 2017
Sustancia y ser.
No quiero alumbrar decadencias,
atada a los oscuros designios
de los cuervos albinos
y sus picos de sierra.
No quiero que las runas
contengan mi cadencia,
ni ser parte del libro de Destino.
Debiera ser profunda como el oceano que me respira
e indómita como este,
para esconder la profunda
fragilidad que soy.
atada a los oscuros designios
de los cuervos albinos
y sus picos de sierra.
No quiero que las runas
contengan mi cadencia,
ni ser parte del libro de Destino.
Debiera ser profunda como el oceano que me respira
e indómita como este,
para esconder la profunda
fragilidad que soy.
7 ene 2017
Cerati
Nunca nadie lo dijo mejor;
y yo tampoco pretendo hacerlo:
https://www.youtube.com/watch?v=Ba_M7Y9GxHw
y yo tampoco pretendo hacerlo:
https://www.youtube.com/watch?v=Ba_M7Y9GxHw
5 ene 2017
Espiral
Confronto tu sed
con dedos ágiles,
y profunda como la noche
te veo hervir
bajo mi piel,
absorta,
contemplándote infinita,
te siento ser
y soy a mi vez.
Destruido el trance
las horas pasan
recomponiendo el remolino
que nos arrastra,
hasta que vacíos de deseo
te miro con ojos cansados
me acurruco a tu lado
y tras un beso furtivo,
suave y significativo
dormimos el sueño
y la proximidad.
Mi pie busca el tuyo
y ese contacto me basta
para mantener el mundo en su lugar
mientras sueño
cosas hermosas o funestas,
siempre valiente por estar a tu lado.
Fuego azul
Oteando el horizonte con ojos ciegos
explora la brisa oracular
las profundas huellas del desencuentro.
La melena viva,
el eterno vaiven del océano
y el olor a sal
vuelven al recuerdo;
puedo revivir su memoria
sin siquiera rozar su superficie
puedo desfigurar grotezcamente aquella imagen,
intentar recrearla como un niño perdido
que vuelve sobre sus pasos,
llorar su textura,
incluso puedo, en lo profundo del sueño
atisbar su perfil.
En el fondo de la noche
veo la luz de la luna
Mis ojos se abren
con la cansina fuerza
de quién sabe
que nunca volverá a cerrarlos.
explora la brisa oracular
las profundas huellas del desencuentro.
La melena viva,
el eterno vaiven del océano
y el olor a sal
vuelven al recuerdo;
puedo revivir su memoria
sin siquiera rozar su superficie
puedo desfigurar grotezcamente aquella imagen,
intentar recrearla como un niño perdido
que vuelve sobre sus pasos,
llorar su textura,
incluso puedo, en lo profundo del sueño
atisbar su perfil.
En el fondo de la noche
veo la luz de la luna
Mis ojos se abren
con la cansina fuerza
de quién sabe
que nunca volverá a cerrarlos.
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