27 dic 2016

Mi pensamiento delimita estantes
donde me gusta atascarme y jugar a la nada.
A veces, descubro lo inerente del desorden
en mi propia mirada;
en la manera
en que me mirás extrañado
cuando creo estar preparando el té y no dejo de contemplar al gato,
o exploro mi sexo con una pluma doblada hacia dentro del alba.
No hay nada que pueda hacer,
soy un despilfarro,
un rejunte de cosas que se agolpan y marean a cualquiera.

Pienso y siento en silencio,
a veces hablo horas para tapar el ruido que produce mi cabeza en silencio
y entonces digo las cosas más absurdas
como que las hojas de los árboles se mecen cuando el viento sopla,
y los gorriones pian a sus madres por más gusanos.
Pero secretamente pienso que los gorriones
son pelusas disfrazadas que corretean el aire en busca de un viento fuerte
en el cual precipitarse risueñas,
y con eso en mente sonrío
y la gente me mira extrañada mientras sigue respirando el gris de sus retinas.

7 dic 2016

Ya no más,
que el eco ya no vuelve.
Ya no más,
que el alma no me aguanta
tanto desfile
de ensordecedoras ausencias...

15 oct 2016

Ya podré estar ahí
y besar tus párpados dormidos,
y la sombra de tus pesadillas
para espantar a los cuervos de plumas de lija
y a ese gesto duro
que te inunda la cara
como un latigazo de incertidumbre.

14 jul 2016

De mi pena te aparto,
de mi canto te alejo.
No quiero otro blanco hueso
expuesto al frío
sobre mi conciencia.
No quiero
tener que olvidar
otro ayer.

12 abr 2016

El ojo del juez y su sentencia.

Abriendo lentos los párpados blancuzcos, apenas la negra jungla de las pestañeas lucha y se estremece, cediendo paso a un tenue destello verdoso que se hace presente, como un momento trascendental, esperado y temido a la vez, y; de pronto, la luminiscencia verde desaparece y me noto en presencia de una noche de ciego que respira mi miedo...dejándome la sensación de haberlo imaginado todo...
El temor cede en la medida en que tomo consciencia de que la cabeza reposa y el sueño va cediendo terreno a un cuerpo dolorido que se hace presente.
Al ir abriendo lentos los párpados blancuzcos, apenas la negra jungla de las pestañeas lucha y se estremece, cediendo paso a un tenue destello verdoso que se hace presente, como un momento trascendental, esperado y temido a la vez...
No entreabras la cadencia del verso
no rodeés otro amanecer con dedos de amante,
no sufras a medias.




11 abr 2016

Letanías II

No quiero flores en mi tumba
ni en mi lecho.
Por otra parte,
tu desnudez no solicitó adornos
y fue mi miel de cada día
el explorar mil maneras de desatar
un temblor sin orillas a las cuales asirte,
y verte luchar en vano para luego abrazar el milagro.

La pérdida es infinita, ahora que el frío te cubre y la tierra te calienta
envidio a ambos, y ambos me uno.

D.C


Letanías I

Perdí contacto con la musa negra de tules densos,
pues caí en tu trampa: Partí sal y agua, y quedé atada a estos campos yermos.
Me entregaste al olvido tan pronto como mi dolor dejó de divertirte,
y el olvido ha tomado mucho de mí desde entonces.
En la goteante celda la inexpresión me recubre en tanto la lepra avanza,
destruyendo mi rostro altivo, mientras espero la noche.
Y me digo: Soy la fibra inafable,
soy el gemido de mi amante mulata que bebe
mis suspiros a lo lejos.
No hay nada que pueda tocarme
en tanto ella me piense,
no hay nada que pueda tocarme
en tanto su calor me habite.

A.S