Aproximación al conocimiento de la vida: De A a Z.

A: - Maestro, la paz interior me es ajena.  Existe tal cosa? -

Z - Sí, existe. Es ajena, pero puede ser propia. -

A - Si existe y me es ajena toda la existencia;

si envenena mis percepciones con falsos sentires
es como si no estuviera; y aún si está,

 sería como un elemento más que desencadena frustración

por su caracter inteligible. -

Z - La búsqueda da al encuentro. -

A - La fe se agota y el encuentro escapa a los sentidos. -

Z - Cuando la fe se agota la terquedad nos guía. -

A - O nos pierde, con el mismo patrón de justificación. -

Z - No existen certezas en una búsqueda a ciegas, solo coraje...

A - Recuerdo lo que dijo con frecuencia "Al nacer a la vida, Dios nos quema el ojo interno y al abrirse los externos solo nos confunden con fascinantes falsedades. "

Z - Eso me demostró esta larga vida.

A - Muchas personas entregan sus vidas a dichas falsedades, viven y mueren con coraje para protejerlas.-

Z - Ese es el motivo por el cual no entrego mis pensamientos a nadie, las personas no quiere escuchar que su vida es una mentira, y que su muerte será lo más real de su vida. -

A - Pero de ser así, ¿Para que existe la vida del hombre?

Z - Para templarce bajo el fuego de la duda y el temor,
para no apartar la vista chamuscada, que nos otroga el ojo interno, de la nada,
y llegado el momento
para ver todo negro y no tener miedo.

A - ¿La vida, para el hombre con coraje, es una antesala a la noble muerte?

Z - El hombre con coraje ve la vida, ve el engaño, aprecia el engaño que Dios crea para él, lo saborea sin dejarse engañar por él. Siempre conservando el respeto, la tristeza, el amor, la madurez y la tenacidad. -

A- Quiero meditar todo esto unos momentos y volver a su lado. Gracias maestro.

Templanza

Memorias de animal herido
que remonta el curso recurrente del tiempo.
Me veo ser bruma
que cubre paramos en que la Madre tierra
ruge por sus criaturas ausentes y fallecidas.
"A nadie le gusta cargar con sus hijos muertos clavados al pecho".
Quizás por eso quiero nacer de nuevo,
alimentarme de hierba seca
y no deber a nadie
ni el aire que respiro.
Porque poseo mis ojos de animal desorbitados,
y mis manos solo quieren valerse de su furia para robarle a la vida otro día.
En el matar y ser presa de la sed de otro,
que sin saña ni gula
quiera seguir vivo,
hay un amor infinito.

De mayúsculas los contornos traviesamente definidos,

de cursivas y arabescos las palabras que siempre concilian frases cortas,

de intuitivos silencios expresivos la lasciva mirada,

de punto final el puñal sobre el pecho.

1

Cuando la sangre
y los gritos del alma
nos mojan los dedos;
y la cicatriz sigue abierta
destilando recuerdos,
y no existe foso
que retenga a las furias
que nos roen por dentro.

Ya tu ausencia se sabe,
y mis ojos sondean
el miedo y los libros,
los libros y el miedo.

Cantos de destierro

Paños tibios sobre la frente agitada.

Un temblor de rosario le deja oír
a su infante perdido años atrás,
que sostiene y llora a Cristo
entre los capullos de sus palmas,
que la piadosa muerte acunó hasta dormir.

La moribunda recuerda en el ocaso de un invierno lejano:
Sus mejillas le vuelven cargadas del frío rumor del ayer.
Sus labios pierden palabras
que antes fueron suyas.
¡Realmente suyas!
hallando
los enlutados brazos
de la cortesana que a todos hubo besado.
Su voz voraz se hace oír:
- Te besaré la esencia,
obsequiándote el cielo.
Me amarás como un ciego, como un niño, como se ama al primer amor y más.
Y morirás porque mis labios repetirán ese beso a otros labios
y más nunca en los tuyos.
Y esos labios morirán por mí, a su vez. .-
Una lágrima derrama la muerte,
una lágrima de quién no cree su mentira...

Katou II. (Fragmento de un diario, 16/04/13)

Te ví olvidar y tu sonrisa fue conmoción bajo la lluvia gris.
La aridez me mece en tu ausencia.
He perdido la negra caricia,
la mirada profunda
y la voz que canturreaba ternuras.

No quiero que mueras tan lejos mío,
no quiero que esta lluvia te empape
y no pueda arrullar tu ronroneo antes de dormir.

Ojalá que alguien te encuentre herido como estás
y te salve de mi ausencia.
Porque te busco, ¡desesperadamente te busco
y puede que estés muriendo solo desde anoche!

Mi pecho se agita con solo pensar en tu suerte,
mi cabeza es un hervidero
que no va a dejarme seguir
hasta que te vea volver.

Desde que te encontré abandonado
cuantas veces
me rescataste de mis tristezas.

Sos un gran compañero,
evidentemente infiel pero mi mejor amigo.
Por favor, volvé...

(Quince días después Katou volvió herido, todo lo que pedí con desesperación la noche que me enteré que un perro lo había atacado se cumplió. Alguien lo cuidó por mi, volvió vivo, y con él volvió mi sonrisa, mi llanto, todo. Ahora mismo duerme en mi cama y supongo que nadie puede comprender lo inmensamente feliz que eso me hace.)

G.C

(..) "Algún tiempo atrás

pensé en escribirle

que nunca sortié

las trampas del amor." (...)

G.Cerati

Voz tenue, 

modulada,

desgarradoramente sutil.

Veneno sensualmente predilecto,

tormenta que barre desde adentro

el suelo de mi árido desierto interno.

¿Quién te obliga a ser soneto de la voz que me respira?

Estrella de mi firmamento,

a veces como un niño me encuentro

como tantos otros pidiendo:

no te pierdas entre sueños, 

se mi brújula del desconcierto.